El divino amor
Te ando buscando amor que nunca llegas,
te ando buscando amor que te mezquinas,
me aguzo por saber si me adivinas,
me doblo por saber si te me entregas.
Las tempestades mías, andariegas,
se han aquietado sobre un haz de espinas;
sangran mis carnes gotas purpurinas,
porque a salvarme, oh niño, te me niegas.
Mira que estoy de pie sobre los leños,
que a veces bastan unos pocos sueños
para encender la llama que me pierde.
Sálvame, amor, y con tus manos puras
trueca este fuego en límpidas dulzuras
y haz de mis leños una rama verde.
Alfonsina Storni.
te ando buscando amor que te mezquinas,
me aguzo por saber si me adivinas,
me doblo por saber si te me entregas.
Las tempestades mías, andariegas,
se han aquietado sobre un haz de espinas;
sangran mis carnes gotas purpurinas,
porque a salvarme, oh niño, te me niegas.
Mira que estoy de pie sobre los leños,
que a veces bastan unos pocos sueños
para encender la llama que me pierde.
Sálvame, amor, y con tus manos puras
trueca este fuego en límpidas dulzuras
y haz de mis leños una rama verde.
Alfonsina Storni.
Gracias Vale...ya entré a tu blog y comenté. =)
A todo el resto de la gente la invito a comentar mi blog porque nadie le da bolilla a este espacio tan hermoso...snif...
Solamente me voy a limitar a un análisis técnico de este poema, no al contenido del mismo.
Para empezar, es un SONETO típico del BARROCO, época a la que perteneció, por supuesto, Sor Juana Inés de la Cruz.
Lo sonetos del barroco, casi sin excepción, poseen las siguientes características (tomadas originariamente de los sonetos de Petrarca, en Italia):
1. Se agrupan de a dos cuartetos y tercetos, es decir, cuatro versos en las primeras dos estrofas y tres versos en las últimas dos.
2. Sus versos son endecasílabos (es decir, de 11 sílabas).
3. Su rima es consonante y de la forma: abba abba ccd eed
4. En general (esto no siempre pasa) se plantea un dilema en los cuartetos que concluye en los tercetos.
El arte de escribir sonetos no es nada fácil, debido a la estructura antes mencionada (sobre todo lo de 11 sílabas por verso, número complicado). Sin embargo, los poetas de la época, especialmente Francisco Quevedo (contemporáneo de Sor Juana), los improvisaban al toque (Véase "Érase un hombre a una nariz pegada..." de Quevedo)
Fin
Me olvidé aclarar que mencioné a Sor Juana porque en ella se inspira Alfonsina Storni, que obviamente nada tiene que ver con la época de los sonetos.
Muchas gracias Luqui!!! Eso es entender para qué sirve este espacio...muy interesante tu aporte! sigue así...jaja
Te cuento que sor juana me encanta...después pongo un soneto de ella...
Bueno, le dedico este blog a todos aquellos que firman...a todo mi público, a mi club de fans y a todos los que me conocen (??).
Besos!!!