Pero no les creí
Me dijeron que Papá Noel no existía, que volar era imposible, que el mundo jamás iba a cambiar, que nunca iba a alcanzar las estrellas y muchas cosas más que no pude creer. Y ahí comprendí todo...quisieron hacerme entender que crecer era perder la ilusión.
Pero no les creí.
Cuando era chica me gustaba jugar a muchas cosas: era maestra, bibliotecaria, farmacéutica, mamá, alergista, una heroína, conductora infantil, y muchos otros personajes que yo creaba y que realmente era. La imaginación era el motor de mis juegos, así me educaron. Y así tuve una niñez muy feliz. El otro día recordábamos con mi hermana algunas obras de teatro que vimos en nuestra infancia y en ese recuerdo pudimos sentir la emoción que nos despertó ver ese mundo mágico en aquel entonces.
Fui creciendo, y sigo creciendo, pero con la profunda convicción de la importancia de sostener ese mundo de fantasía, a pesar de los problemas, a pesar de las preocupaciones, a pesar de las obligaciones, etc.
La dicha de ir viviendo inmerso en ese universo que nos creamos en nuestra mente y que vivimos como real no puede ser robada por nadie.
Jamás van a poder matar nuestras ilusiones y nuestras fantasías...simplemente porque son nuestras y son fantásticamente valiosas e indestructibles.
Pero no les creí.
Cuando era chica me gustaba jugar a muchas cosas: era maestra, bibliotecaria, farmacéutica, mamá, alergista, una heroína, conductora infantil, y muchos otros personajes que yo creaba y que realmente era. La imaginación era el motor de mis juegos, así me educaron. Y así tuve una niñez muy feliz. El otro día recordábamos con mi hermana algunas obras de teatro que vimos en nuestra infancia y en ese recuerdo pudimos sentir la emoción que nos despertó ver ese mundo mágico en aquel entonces.
Fui creciendo, y sigo creciendo, pero con la profunda convicción de la importancia de sostener ese mundo de fantasía, a pesar de los problemas, a pesar de las preocupaciones, a pesar de las obligaciones, etc.
La dicha de ir viviendo inmerso en ese universo que nos creamos en nuestra mente y que vivimos como real no puede ser robada por nadie.
Jamás van a poder matar nuestras ilusiones y nuestras fantasías...simplemente porque son nuestras y son fantásticamente valiosas e indestructibles.
Bruno escribe:
Yo tengo un amigo que tiene hermanos chiquitos (son 9 en total) y los padres desde que tienen conciencia de la navidad les inculcan que el que trae los regalos es un personaje de la mitología de la Puna argentina.
Quería contar esto para que vean que no todos creen en Papa Noel, hay algunos que tienen creencias más autóctonas.
Besos Bar, te quiero mucho.
Bruno, lo de Papá Noel fue simbólico si querés verlo de esa manera...fue a modo de ejemplo.
A lo que voy es a no permitir que nos roben la ilusión. Ese es el tema del texto que escribí.
De hecho, la Navidad en tal caso es significativa por ser el recuerdo del nacimiento de Jesús.
Pero repito: lo que escribí habla de los sueños e ilusiones...
Besos! =)
Gracias por tu comentario Jack. Me alegra que te interese este blog. =)
Ahora que empiezo las clases dudo que lo pueda actualizar muy seguido.
Así que te disfrazás de Papá Noel? jaja...tenías escondido ese lado simpático de tu vida eh!!
Bueno, nos mantenemos en contacto. Besos!
Lu, gracias por dar tu opinión. Valoro mucho que te tomes tu tiempo para pensar sobre los asuntos que a mí me interesan mucho.
Dijiste: Espero algún día poder lograrlo. Y yo estoy segura de que lo vas a lograr.
Bueno Barrientos, nos vemos el sábado. Besos! te quiero mucho
Ah! y te agradezco públicamente todo lo que hacés por mi blog, y por mí. q=)
(eso fue una carita feliz con sombrerito. Aclaro por las dudas jaja)
Tu blog me gusta también, porque intenta despertar en mí cosas que nunca van a despertar, como la cursilería, jeje (va con onda eh?).
Todas aquellas ilusiones como volar, alcanzar las estrellas, subir al cielo, Papá Noel, la cigüeña, etc, son propias de la infancia y no hay por qué desmentírselas a los chicos, MIENTRAS SEAN CHICOS.
Pero cuando empiezan a crecer tienen que saber que todo eso no existe, de lo contrario van a seguir siendo niños de por vida. ¡No vaya a ser que un boludo a los 30 años todavía siga creyendo en Papá Noel!
Hay que adaptarse a cada etapa de la vida. Para mí crecer no es perder las ilusiones, es actualizarlas, cambiarlas por nuevas.
Ajj, ya estoy usando palabras cursis que odio, como "ilusión". Me voy antes de contagiarme.
Suerte, jeje.
A veces creo que no me entienden...
Ojota, estoy de acuerdo con lo de formar nuevas ilusiones...
Y no te preocupes que no te vas a contagiar de esta cursilería (como vos decís) porque para eso, en este caso, deberías querer contagiarte y evidentemente no está en tus planes.
Bueno, besos para todos! =)
Nos vemos
Bueno, bueno, fue una broma. Verdadera, pero dicha en forma de broma, :)
Además, tal vez me contagie sin quererlo (Dios no lo permita)... jeje.
Dijiste que ibas a actualizar tu blog pronto, "pero no te creí"...